Un día, la hermana Zhou me dijo que la hermana Wang había invitado a una predicadora a venir a predicarnos, y me pidió que fuese a la reunión de nuestros compañeros de trabajo. Me apresuré a ir al lugar de la reunión después de recibir el mensaje y allí la Hermana Wang nos presentó a la predicadora, la hermana Ma Yan. Después de saludarnos, la Hermana Ma habló de las causas de la desolación de la iglesia, integrando algunos versículos de la Biblia en su comunión. Todos pensamos que había compartido de manera muy clara, que su comunión había venido del esclarecimiento del Espíritu Santo, y que había resuelto preguntas que nos habían desconcertado durante mucho tiempo.

Entonces, la hermana Ma siguió compartiendo, diciendo: “Hermanos y hermanas, el Señor Jesús que tanto, habíamos anhelado ha regresado. Él es Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, y Dios Todopoderoso expresa Sus palabras y realiza Su obra de juicio empezando en la casa de Dios sobre la base de la obra de redención del Señor Jesús; esto es para salvarnos completamente de las ataduras del pecado, y para permitirnos ser purificados para que podamos entrar en el reino de los cielos. Así se cumple la palabra del Señor Jesús: ‘Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir’ (Juan 16:12-13). ‘Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final’ (Juan 12:47-48). Dios Todopoderoso ha terminado la obra de la Era de la Gracia y ha comenzado la obra de la Era del Reino...”

Una líder anciana en nuestra iglesia, la hermana Li, inmediatamente se puso de pie e interrumpió a la hermana Ma, diciendo: “No digas nada más. En los últimos días aparecerán falsos cristos para engañar a la gente y ¡no podemos escuchar a nadie que predique que el Señor ha venido!” Entonces, se volvió hacia nosotros y dijo: “‘Entonces si alguno os dice: “Mirad, aquí está el Cristo”, o “Allí está”, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos’ (Mateo 24:23-24). Ahora estamos en los últimos días; tenemos que tomar en cuenta las palabras del Señor Jesús y protegernos contra los engaños de los falsos cristos. ¡No debemos escuchar a nadie que predique que el Señor ha venido, o de lo contrario traicionaremos al Señor!” Entonces, la hermana Li se movió para despedir a la hermana Ma.

En ese momento, la hermana Ma dijo amistosamente: “Hermana, en Apocalipsis 22:12 hay una profecía: ‘He aquí, yo vengo pronto, […]’. Hay otra en el Capítulo 14:6: ‘Y vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo’. El Señor Jesús profetizó hace mucho tiempo que regresaría en los últimos días, y que predicaría el Evangelio eterno a la gente del mundo. Ahora que el Señor Jesús ha regresado, si no investigamos el camino verdadero por miedo a ser engañados por los falsos cristos, ¿no es esto “no comer por temor a ahogarse y correr el riesgos”? ¿No estaríamos entonces cerrando las puertas al Señor Jesús que ha regresado en los últimos días? ¿Estaría eso de acuerdo con la voluntad del Señor?” Escucharle decir esto conmovió mi corazón y pensé: “Sí, si sólo nos centramos en protegernos de los falsos cristos y no en buscar o investigar el evangelio del Señor en los últimos días, ¿cómo entonces podremos darle la bienvenida al regreso del Señor?”

La hermana Ma siguió compartiendo: “La Biblia también profetiza: ‘[...] Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va’ (Apocalipsis 14:4). La voluntad del Señor es que espera que estemos en guardia y esperemos Su regreso, y que sigamos de cerca los pasos de Su obra. El Señor Jesús ha regresado ahora como Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, y no estamos traicionando al Señor cuando aceptamos la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, sino que estamos siguiendo el ritmo de los pasos del Cordero. Cuando el Señor Jesús hizo Su obra hace tantos años, los que se fueron del templo y aceptaron la salvación del Señor no estaban traicionando a Jehová, sino que estaban siguiendo el ritmo de los pasos de Dios. ¡Sólo la gente así son vírgenes sabias!”

Mientras escuchaba las palabras de la hermana Ma, pensé para mí misma: “Las palabras de esta hermana concuerdan con la Biblia. Deberíamos seguir de cerca al Cordero dondequiera que nos lleve. Si Dios Todopoderoso es el Señor Jesús regresado, entonces, al aceptar la obra de Dios Todopoderoso no estaríamos traicionando al Señor, sino que estaríamos siguiendo el ritmo de los pasos del Cordero. Pero ¿cómo podemos verificar que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús regresado?”

Justo cuando estaba a punto de hacer esta pregunta, la hermana Li volvió a levantarse de repente y dijo: “Hermanos y hermanas, no habéis creído en el Señor durante mucho tiempo y sois de estatura pequeña, así que os falta discernimiento de lo que estáis escuchando. Si lo que queréis es un sermón, yo os daré uno. El Señor me ha confiado Su rebaño, ¡así que debo hacerme responsable de vuestras vidas! ¡No escuchéis nunca el sermón de otro extraño!” La hermana Li entonces dijo violentamente a la hermana Ma: "¿Te vas o no? ¡Si no lo haces, me olvidaré de mis modales!” La hermana Ma quería seguir compartiendo con nosotros, pero la hermana Li le obligó a salir por la puerta.

Entonces, la hermana Li nos dijo: “Tenéis prohibido recibir a ningún otro extraño. ¡Quién lo haga será expulsado de la iglesia! Además, si alguien de la Iglesia de Dios Todopoderoso viene otra vez para evangelizaros, ¡debéis decírmelo de inmediato!

El enfoque de la hermana Li no me pareció bien, así que la refuté con firmeza, diciendo: “Hermana Li, Aquel en el que ponemos nuestra confianza es en el Señor Jesús y el camino que llevamos es el camino del Señor. Entonces, ¿de qué decepción debemos tener miedo? Además, tú eres una líder anciana en nuestra iglesia y siempre estás diciendo que tienes que ser responsable de nuestras vidas. Ahora que hemos escuchado a alguien dar testimonio de que el Señor ha regresado, ¿no deberías tomar la iniciativa para buscarlo e investigarlo? Si resulta que el Señor Jesús ha regresado de verdad y no lo buscamos o investigamos, ¿no estarás llevando a los hermanos y las hermanas a cerrarle la puerta al Señor?”

La hermana Li no me dio una respuesta directa, sino que dijo simplemente “Esto es por vuestro propio bien. Como vuestra estatura es pequeña, si no la hubiese echado, habríais acabado arrebatados por el Relámpago Oriental porque no tenéis discernimiento sobre lo que están predicando, y entonces, ¿no sería en vano vuestra fe?”

De verdad no entendía por qué la hermana Li había echado a la hermana Ma, y pensé para mí misma: “La Biblia dice: ‘No os olvidéis de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles’ (Hebreos 13:2). La Biblia nos dice de manera clara que debemos recibir a nuestros hermanos y hermanas con amor, pero la hermana Li está diciendo que no debemos recibir a ningún extraño. ¿Acaso no va eso en contra de lo que está escrito en la Biblia?” Pensé detenidamente acerca de lo que la hermana Ma había predicado y sentí que lo que había dicho era muy esclarecedor; su sermón había sido muy edificante y nos había permitido entender verdades que no habíamos entendido antes. Además, la hermana Ma había actuado con devoción; cuando la hermana Li la trató de esa manera, todavía pudo compartir con amor, y el camino que predicó parecía ser de Dios. Por otro lado, la hermana Li era una líder anciana en nuestra iglesia, y cuando escuchó a la hermana Ma dar testimonio del regreso del Señor, no sólo no lo investigó, sino que la echó inmediatamente. Su comportamiento mostró que le faltaba humildad o una actitud de búsqueda completamente. ¡Se había comportado como una persona completamente diferente a la que nos había estado predicando desde el podio!

Esa tarde, me quedé tumbada en la cama recordando todo lo que había pasado aquel día. Sentí que la palabra de la hermana Ma concordaba con la Biblia y las palabras del Señor, y quise seguir investigándola. Pero, entonces pensé en lo que había dicho la hermana Li, que en los últimos días aparecerían falsos cristos. Si, por casualidad, fracasaba en mi discernimiento y era engañada, y acababa traicionando al Señor, entonces toda mi fe no serviría de nada. Pero, entonces pensé de nuevo que si lo que la hermana Ma estaba predicando era verdaderamente el Evangelio del regreso del Señor Jesús y yo me negaba a investigarlo por miedo a ser engañada, ¿no estaría entonces perdiendo la oportunidad de darle la bienvenida al Señor? Había creído en el Señor durante todos esos años y había anhelado Su regreso todos los días. Por fin había oído a alguien compartir la noticia alegre del regreso del Señor, así que decidí que debía ser responsable de mi propia vida y no hacer a ciegas lo que mi líder decía. ¿Debería ir a buscar a la hermana Ma para indagar más? No sabía qué hacer, así que le supliqué al Señor en mi corazón y le pedí que me enseñase el camino para seguir adelante. Después de la oración, pensé en las palabras del Señor: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Lucas 11:9). “Sí,” pensé. “El Señor no quiere que cerremos las puertas de nuestros corazones y estemos en guardia. Deberíamos orar al Señor y buscar sinceramente, y mientras anhelemos y busquemos, el Señor nos esclarecerá y guiará”. Entonces me arrodillé y ofrecí una oración al Señor: “¡Oh, Señor! Si eres realmente Tú quien ha regresado, te pido que me ayudes a reconocerte y dar la bienvenida a Tu regreso. ¡Amén!”

Después de eso, pensé en Mateo 15:14: “[...] son ciegos guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo”. Las palabras del Señor Jesús me hicieron pensar en cómo apareció y realizó Su obra hace todos tantos esos años. Los fariseos de aquel entonces no sólo se aferraron a sus propias ideas y se negaron a buscar o investigar el camino del Señor Jesús, sino que también llevaron a los justos a la condenación, resistiéndose y rechazando al Señor Jesús. Al final crucificaron al Señor Jesús en la cruz, y así sufrieron la maldición y el castigo de Dios. Como colaboradora en mi iglesia ahora que había oído a alguien compartir la buena noticia del regreso del Señor, tenía que tomar la iniciativa y buscar e investigar este camino. Sabía que no tenía que ser como los fariseos en absoluto, quienes se aferraron obstinadamente a sus propias ideas y no buscaron o investigaron, sino que simplemente rechazaron el camino del Señor Jesús sin pensarlo dos veces. Si hiciese esto, seguramente perdería la oportunidad de darle la bienvenida al Señor, y no sólo me perjudicaría a mí misma, ¡sino que posiblemente arruinaría las vidas de mis hermanos y hermanas! No podía convertirme en alguien que se opusiera a Dios, pero me di cuenta de que lo que debía hacer era ser responsable de las vidas de mis hermanos y hermanas, así como la mía propia. Al pensar detenidamente en esto, mi corazón de repente tuvo claridad y decidí ir a buscar a la hermana de la Iglesia de Dios Todopoderoso y seguir buscando e investigando el evangelio del regreso del Señor Jesús.

Continuará…

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El día siguiente, después de haberme reunido con las hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso, les conté todo acerca de las perplejidades y la confusión que tenía en mi corazón. “Hermana Ma, el Señor Jesús dijo: ‘Entonces si alguno os dice: “Mirad, aquí está el Cristo”, o “Allí está”, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos’ (Mateo 24:23-24). A través de las palabras del Señor, podemos ver que en los últimos días aparecerán falsos cristos. Solíamos aferrarnos a estos dos versículos y nunca investigamos ni tuvimos ningún contacto con alguien que predicase que el Señor había venido. Pero, después de escuchar vuestras palabras la última vez, me siento un poco confusa. El Señor vendrá en los últimos días, y nos ha pedido que vigilemos y esperemos Su regreso, así que si no investigamos o no tenemos nada que ver con alguien que predique el Evangelio del regreso del Señor, ¡entonces seremos propensos a rechazar al Señor! Por tanto, cuando se trata de darle la bienvenida al Señor, ¿cómo exactamente deberíamos practicar para atenernos a la voluntad del Señor? ¿Cómo podemos darle la bienvenida al regreso del Señor mientras que, al mismo tiempo, nos protegemos de los falsos cristos? Por favor, ¿podríais compartir conmigo acerca de estos asuntos?”

La hermana Ma sonrió y dijo: “Hermana, es cierto que el Señor profetizó que en los últimos días aparecerían falsos cristos para engañar a la gente, pero como tenemos miedo de ser engañados por los falsos cristos, seguimos siendo pasivos y cautelosos. Aún más, creemos que cualquiera que predique que el Señor ha venido debe ser falso, y en el momento en que escuchamos a alguien predicar que el Señor ha regresado, no escuchamos, no miramos, no investigamos, e incluso lo condenamos y rechazamos. ¿Cómo podemos darle la bienvenida al regreso del Señor así? En realidad, al decir estas palabras, el Señor Jesús nos estaba diciendo que, cuando regrese en los últimos días, aparecerán falsos cristos para engañar a la gente. En otras palabras, cuando aparezcan falsos cristos para engañar a la gente, entonces será cuando el Señor Jesús ya habrá regresado. El Señor Jesús tenía miedo de que fuésemos engañados, y por eso nos recordó que debemos aprender a distinguir a los falsos cristos, y también nos habló de las características y comportamientos de los falsos cristos. Leamos las palabras del Señor de nuevo detenidamente: ‘Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos’ (Mateo 24:24). Podemos ver que la característica más importante de los falsos cristos es que usarán señales y milagros para engañar a la gente, y por eso, si tenemos discernimiento de los falsos cristos, no tendremos que tener miedo de que nos engañen”. Cuando escuché la palabra de la hermana, de repente vi la luz y todo estuvo claro. Al parecer el Señor no había dicho estas palabras para que cerrásemos nuestras puertas y estuviésemos protegidos y no investigásemos las palabras o la obra del Señor regresado. Por el contrario, había dicho estas palabras para hablarnos de los comportamientos de los falsos cristos para que fuésemos conscientes de los engaños de los falsos cristos y pudiésemos discriminar con sabiduría, porque sólo entonces podríamos dar la bienvenida al regreso del Señor Jesús. Pero, aun así, no habíamos entendido la voluntad del Señor, sino que habíamos creído erróneamente que todos los que predicaban la venida del Señor eran falsos y nos habíamos negado a buscar o investigar el evangelio de la venida del Señor. Al hacer esto, ¿no habíamos rechazado el regreso de Cristo? ¡Realmente habíamos sido tan estúpidos!

La hermana Ma continuó diciendo: “Las palabras de Dios Todopoderoso nos dicen muy claramente cómo distinguir a los falsos cristos. Vamos a leer juntos un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso. Dios dice: ‘El Dios de hoy no exhibe señales y maravillas, ni sana a los enfermos y echa fuera demonios. Cuando vino Jesús, la obra que realizó representaba una parte de Dios, pero esta vez, Dios ha venido a realizar la etapa de la obra que queda pendiente, porque Él no repite la misma obra; Él es el Dios siempre nuevo y nunca viejo, y por tanto todo lo que ves hoy son las palabras y la obra del Dios práctico’. ‘Si durante la época actual emerge una persona capaz de exhibir señales y maravillas, echar fuera demonios, sanar a los enfermos y llevar a cabo muchos milagros, y si esta persona declara ser Jesús que ha venido, sería una falsificación producida por espíritus malignos que imitan a Jesús. ¡Recuerda esto! Dios no repite la misma obra. La etapa de la obra de Jesús ya ha sido completada, y Dios nunca más la acometerá’” (‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Después de leer este pasaje, la hermana Ma siguió compartiendo. “Dios es siempre nuevo y nunca viejo, y no repite una misma obra dos veces. Cuando el Señor Jesús vino a hacer Su obra, por ejemplo, no repitió la obra de la Era de la Ley, sino que realizó la obra de redimir a la humanidad sobre la base de la obra de la Era de la Ley. Al hacer esto, concluyó la Era de la Ley y empezó la Era de la Gracia. Dios Todopoderoso ha venido en los últimos días y ha terminado la Era de la Gracia y ha empezado la Era del Reino. Sobre la base de la obra de redención del Señor Jesús, Dios Todopoderoso hace la obra del juicio empezando en la casa de Dios, expresa todas las verdades para purificar y salvar a la humanidad, para resolver las naturalezas satánicas de los hombres y la raíz de los pecados del hombre, para salvar completamente a la humanidad de la influencia de Satanás, y finalmente para purificar a los hombres y llevarlos a Su Reino. A partir de esto, podemos ver que la obra de Dios sigue siempre hacia adelante, haciéndose cada vez mayor y más profunda en cada fase, y ninguna fase se repite en ningún momento. Sin embargo, la esencia de los falsos cristos es malvada y demoníaca. No pueden expresar la verdad y no pueden empezar nuevas eras, ni mucho menos concluir eras. Sólo pueden confiar en difundir falacias y herejías para confundir y engañar a la gente, o también imitan las obras pasadas de Dios y muestran señales y milagros para engañar a los que están confusos y sin discernimiento. Aunque los falsos cristos pueden mostrar algunas señales y algunos milagros simples, carecen meramente de la autoridad y el poder de Dios, y, por tanto, son absolutamente incapaces de realizar el tipo de milagros grandes que el Señor Jesús realizó, como calmar el viento y las aguas con una palabra, resucitar a los muertos y alimentar a los cinco mil con cinco panes y dos peces. Por tanto, cualquiera que proclame ser el Señor Jesús regresado, quien sana a los enfermos, expulsa demonios y hace señales y milagros, es un espíritu malvado absolutamente que está intentando hacerse pasar por Cristo, y es un cristo falso que engaña a la gente. Al dominar este principio, entonces podremos discernir fácilmente a los falsos cristos”.

Después de escuchar las palabras de Dios Todopoderoso y la palabra de la hermana, logré entender que Dios no repite la misma obra dos veces y que, cuando el Señor Jesús hizo la obra de redimir a la humanidad, mostró algunas señales y algunos milagros, pero que, cuando vuelva y haga Su obra, no hará señales ni milagros. También entendí que la esencia de los falsos cristos es la de los espíritus malvados, y que no pueden expresar la verdad y no pueden hacer la obra de Dios mismo. Todo lo que pueden hacer es imitar las obras pasadas de Dios y mostrar algunas señales y algunos milagros simples con el fin de engañarnos. ¡Gracias a Dios! ¡Las palabras de Dios Todopoderoso están muy claras, y ahora sabía cómo diferenciar a los falsos cristos!

En ese momento, otra hermana habló diciendo: “Ahora sabemos cómo distinguir a los falsos cristos. Así que, ahora que el Señor Jesús ha regresado, ¿cómo podemos asegurarnos de que este Hijo del hombre que expresa Sus palabras y hace la obra del juicio es en realidad Cristo y es verdaderamente la aparición de Dios mismo? Las palabras de Dios nos muestran el camino. Dios Todopoderoso dice: ‘Investigar algo así no es difícil, pero requiere que cada uno de nosotros conozca esta única verdad: Aquel que es Dios encarnado poseerá la esencia de Dios, y Aquel que es Dios encarnado tendrá la expresión de Dios. Puesto que Dios se hace carne, manifestará la obra que pretende llevar a cabo y puesto que se hace carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida y de señalarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios definitivamente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Si el hombre pretende investigar si es la carne encarnada de Dios, entonces debe corroborarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, para corroborar si es o no la carne encarnada de Dios y si es o no el camino verdadero, la persona debe discernir basándose en Su esencia. Y, así, a la hora de determinar si se trata de la carne de Dios encarnado, la clave yace en Su esencia (Su obra, Sus declaraciones, Su carácter y muchos otros aspectos), en lugar de fijarse en Su apariencia externa’ (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). ‘El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a las personas la verdad se llama Dios. No hay nada excesivo en esto, porque Él posee la esencia de Dios, y posee el carácter de Dios, y posee la sabiduría en Su obra, que el hombre no puede alcanzar. Los que así mismos se llaman Cristo, pero que no pueden hacer la obra de Dios, son fraudes. Cristo no es sólo la manifestación de Dios en la tierra, sino que también es la carne particular asumida por Dios a medida que lleva a cabo y completa Su obra entre los hombres. Esta carne no puede ser suplantada por cualquier hombre, sino que es una carne que puede soportar adecuadamente la obra de Dios en la tierra, expresar el carácter de Dios y representarlo bien, y proveer la vida al hombre. Tarde o temprano, aquellos que suplantan a Cristo caerán porque, aunque afirman ser Cristo, no poseen nada de Su esencia. Y así digo que la autenticidad de Cristo, el hombre no la puede definir, sino que Dios mismo la contesta y la decide’” (‘Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”).

La hermana siguió compartiendo: “A partir de las palabras de Dios entendemos que, si queremos estar seguros de que este Hijo del hombre que expresa Sus palabras y que aparece y obra es verdaderamente Cristo, entonces la clave es distinguirle por Su esencia. Lo que es decir que debemos determinar esto a través de Su obra, Sus palabras y Su carácter. Cristo es Dios encarnado y por fuera parece una persona normal. Experimenta las mismas alegrías y penas que la gente normal y vive una vida normal. Pero tiene algo que la gente no tiene: divinidad completa. Él es el Espíritu de Dios hecho carne y posee una esencia divina. Cristo puede terminar la era antigua y empezar una era nueva, puede hacer la obra de Dios mismo, puede expresar la verdad y proveer a la gente, y puede expresar el carácter de Dios y lo que Dios tiene y es. Cuando el Señor Jesús vino a hacer Su obra, por ejemplo, terminó la Era de la Ley y empezó la Era de la Gracia, y trajo el camino de ‘Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado’ (Mateo 4:17). Expresó Su carácter de misericordia y bondad, hizo muchas señales y muchos milagros, y al final fue crucificado en la cruz y así redimió a toda la humanidad de los pecados. Todo esto era la obra de Dios mismo y sólo Dios encarnado podría haberlo hecho. Ahora, Dios Todopoderoso ha venido en los últimos días y ha terminado la Era de la Gracia y ha empezado la Era del Reino. Sobre la base de la obra de redención del Señor Jesús, Dios Todopoderoso hace la obra de juzgar y purificar al hombre, nos concede todas las verdades que necesitamos para alcanzar la verdadera salvación y revela todos los misterios relacionados con el plan de gestión de Dios de seis mil años. Estas verdades y estos misterios incluyen el propósito y el significado de las tres fases de la obra de Dios, el misterio del nombre de Dios, el misterio de la encarnación de Dios, a qué tipo de personas salva Dios, a qué tipo de personas perfecciona, a qué tipo de personas odia y elimina Dios, la promesa de Dios a los que perfecciona, el fin y destino futuros de la humanidad, etc. Al mismo tiempo, Dios Todopoderoso expresa Sus palabras con el fin de exponer nuestra corrupción, juzgar nuestros pecados e injusticia y mostrarnos el camino para limpiar nuestros caracteres corruptos. Cuando leen las palabras de Dios Todopoderoso, todos los que poseen tanto corazón como espíritu sentirán claramente que estas palabras tienen autoridad y poder, y no son palabras que cualquier ser humano pueda haber dicho. Asimismo, todos los que aceptan la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días y experimentan verdaderamente el juicio y castigo de las palabras de Dios, llegan a tener cierto entendimiento de sus caracteres satánicos corruptos, como ser arrogantes y engreídos, deshonestos y engañosos. También logran ver que Satanás ha corrompido tan profundamente a la humanidad que la gente vive por sus caracteres satánicos corruptos sin una pizca de un ser humano auténtico, y surge en ella verdadero odio y aversión por sus propios caracteres corruptos. A través del juicio y el castigo de las palabras de Dios, podemos llegar a tener verdadero aprecio y conocimiento del carácter justo de Dios, poco a poco generamos un corazón que venera a Dios, y llegamos a estar dispuestos a aceptar más el juicio y castigo de las palabras de Dios y a practicar la verdad. Cuando perseguimos la verdad y practicamos según las palabras de Dios, gradualmente eliminamos nuestros caracteres satánicos corruptos poco a poco, nuestros caracteres de vida cambian en grados diferentes, llegamos a tener verdadera veneración por Dios y cierta obediencia hacia Dios, y empezamos a vivir con la semejanza humana auténtica. A partir de esto, podemos ver que sólo la encarnación de Dios puede hacer la obra de purificar y salvar al hombre completamente, y sólo Dios posee este tipo de autoridad y poder únicos”.

Después de escuchar las palabras de Dios Todopoderoso y la palabra de la hermana, mi corazón se conmovió bastante, y pensé: “Sí, Cristo tiene una esencia divina y es el Espíritu de Dios vestido en la carne. Cristo puede hacer la obra de Dios, expresar la verdad y darnos vida. Por el contrario, los falsos cristos son espíritus malvados, son sucios y corruptos, y simplemente no tienen la verdad. No pueden expresar la verdad, y mucho menos hacer la obra de juzgar y purificar al hombre. Todo lo que pueden hacer es realizar algunas señales y milagros simples para engañar a la gente. ¡Parece que distinguir si alguien es o no el Señor Jesús regresado debe ser determinado por Su obra, Sus palabras y el carácter que expresa!” Le di gracias a Dios en silencio en mi corazón y estuve agradecida a Dios por hacerme venir a escuchar este sermón. Si hubiese escuchado a mi líder y me hubiese negado a investigar la obra de Dios de los últimos días, ¡entonces habría perdido esta oportunidad única en la vida de conseguir la salvación! Cuando pensé esto, dije contenta: “Hermana, he sacado mucho de la reunión de hoy. Ahora entiendo por fin el principio de cómo distinguir al verdadero Cristo de los falsos cristos, sé cómo los falsos cristos engañan a la gente y ahora sé cómo reconocer a Cristo a través de la obra y las palabras de Dios. ¡Gracias a Dios! Al leer las palabras de Dios Todopoderoso, estoy segura en mi corazón de que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, de que pueden resolver nuestras dificultades y confusión, y que pueden mostrarnos el camino claro de práctica y los principios que seguir. Dios Todopoderoso es el Cristo encarnado de los últimos días y es el Señor Jesús regresado. Solíamos ser engañados por las falacias que los líderes religiosos nos decían y simplemente nos protegíamos a ciegas contra los cristos falsos. El resultado fue que el Señor regresó y empezó a hacer una nueva obra, pero no la investigamos ni le dimos la bienvenida a Él, y no hicimos caso de la voz de Dios; ¡fuimos tan estúpidos! Si hubiésemos seguido así, habríamos sido abandonados por el Señor y ¡ni lo habríamos sabido! Todavía hay muchos hermanos y hermanas en nuestra iglesia que no entienden cómo distinguir entre el verdadero Cristo y los falsos cristos, y que no se atreven a buscar o investigar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. Debo leerles las palabras de Dios Todopoderoso lo antes posible para que lleguen a entender esta verdad acerca de distinguir entre el verdadero Cristo y los cristos falsos. Las palabras de Dios les permitirán desarrollar discernimiento para que ya no sean engañados ni restringidos más por las falacias, para que vuelvan ante Dios Todopoderoso y acepten la salvación de Dios tan pronto como sea posible, y para que sigan el ritmo de la obra del Espíritu Santo”. La hermana Ma dijo contenta: “¡Eso es maravilloso! ¡Confiaremos en Dios para llevarlos ante Dios Todopoderoso juntos!” Yo asentí y todo el mundo rió de alegría.

Después de pasar un tiempo, algunos hermanos y hermanas de mi iglesia que creían sinceramente en el Señor aceptaron la obra de Dios de los últimos días. Ahora vamos a reuniones y leemos las palabras de Dios juntos, y ahora entendemos muchas verdades y nuestros espíritus disfrutan de un sentido de liberación que nunca habían sentido antes. ¡Estoy contenta porque he podido dar la bienvenida al regreso del Señor en los últimos días y asistir al banquete de bodas del Cordero! ¡Gracias a Dios!

Fin.

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