127,404 |22/12/2019
"Oh Dios, sabes que te echo de menos" Estar dispuesto a dedicarse a Dios
I
Mi corazón está atado a Ti. Pero no soy digna de Tu amor.
Muy humilde de estar en presencia de Ti,
nerviosa e inquieta estoy yo.
Sólo puedo llegar a decidir, ofrecerte todo mi ser.
Sufriré por Ti, sufriré todo dolor,
hasta mi última respiración.
¡Dios! Sabes que estoy esperando, esperando a que Tú vuelvas.
Por favor Dios, no te olvides de mí. ¡Yo no puedo vivir sin Ti!
II
Sé que no merezco verte, la esperanza no perderé.
Estoy llena de fe, nunca perderé mi fe,
yo te amo desde el corazón.
Lo haré todo por Ti, mi vida no me importará.
Firme es mi fe; creo que regresarás.
Creo que regresarás.
Por favor espérame mi Dios, espérame a darte mi amor.
Yo creo que Tú me amas a mí. ¡Yo no puedo vivir sin Ti!
III
Aunque la carne débil es, dolor y aflicción me acompañarán.
Por favor mi Dios, por favor cree en mí,
pues yo nunca te abandonaré.
Yo odio tanto mi carne. Aborrezco a Satán incluso más.
¡Cómo me gustaría liberarme del pecado, liberarme del pecado!
Si Tu deseo no puedo complacer, no tendré paz después de morir.
Sólo cuando veo la sonrisa en Ti, reconfortada me sentiré.
IV
Tengo la determinación, y soy firme en mi voluntad.
Yo pasiva no seré, y por siempre te amaré,
te amaré con todo el corazón.
Ignorando las dificultades, y pensando que nada me detendrá.
Yo continuaré, y me esforzaré, haré lo mejor para agradarte.
¿Cuándo pueda vivir Tu imagen,
seré un hombre completamente nuevo?
¡Dándote el sagrado cuerpo espíritual, yo jamás te dejaré!
¡Yo jamás te abandonaré!
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
Escuchar más música cristiana: