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En el camino hacia el reino celestial las palabras de Dios me llevaron a vencer las tentaciones de Satanás (II)

A principios de noviembre, la anciana Chen de mi iglesia vino una vez más a “visitarme”. Con toda seriedad me habló de manera desagradable diciendo: “Muchas personas te han advertido que no creas en el Relámpago Oriental, pero tú sigues sin hacer caso. Además, estás predicando su camino a los hermanos y hermanas en nuestra propia iglesia. Tu servicio en la iglesia ha sido cancelado ahora. Desde hoy, ya no puedes asistir a la Sagrada Comunión, y desde luego no tienes permitido predicar el camino del Relámpago Oriental a la gente de nuestra iglesia nunca más”.

Yo contesté enfadada: “¡Jehová, el Señor Jesús y Dios Todopoderoso son el mismo Dios! En mi creencia en Dios Todopoderoso sigo los pasos del Cordero y les cuento a los hermanos y hermanas las buenas noticias del regreso del Señor. ¿Cómo puede ser eso incorrecto? Los hermanos y las hermanas son las ovejas de Dios y Sus ovejas deben volver a Él. ¿Cómo podéis vosotros, los que servís como líderes en la iglesia, mantener a los hermanos y hermanas atrapados bajo vuestro control y no permitirles escuchar la voz de Dios? ¿No te hace eso un siervo malvado?” La anciana Chen no hizo caso de lo que dije y me habló con arrogancia: “He venido a avisarte. Si sigues sin hacer caso de nuestras advertencias, entonces serás expulsada de la iglesia y les pediremos a todos los hermanos y hermanas que se mantengan alejados de ti y tengan cuidado contigo. Además, hay una madre y una hija de una iglesia cercana que han empezado a creer en Dios Todopoderoso y su familia entera ha sido expulsada de su iglesia. Espero que pienses en tu marido y tu hijo”. Cuando terminó de hablar, se dio media vuelta y se fue.

Me quedé sentada en el salón con las palabras de la anciana Chen dándome vueltas por la cabeza. ¿Por qué me trataban así? Había servido en la iglesia durante más de 20 años, tanto tiempo que la iglesia era como un hogar para mí desde hacía tiempo. Ahora los hermanos y hermanas con los que había tenido una relación tan cercana eran como extraños para mí y tenía que ser rechazada y denigrada por ellos también... Cuanto más pensaba en eso, más enfadada estaba y mi corazón se debilitaba. En mi dolor, oré rápidamente a Dios, pidiéndole que me diese fe y fuerzas. Después, leí las palabras de Dios: “Debéis estar despiertos y esperando en todo momento, y debéis orar más delante de Mí. Debéis reconocer las diversas tramas y argucias engañosas de Satanás, reconocer los espíritus, conocer a la gente y ser capaces de discernir todo tipo de personas, sucesos y cosas; […] Los muchos horribles rasgos de Satanás son colocados delante de vosotros; ¿os detenéis y retrocedéis, u os levantáis y confiando en Mí seguís hacia delante? ¡Expón a fondo los rasgos corruptos y desagradables de Satanás, no escatimes sentimientos, y no muestres misericordia! ¡Lucha contra Satanás hasta la muerte!”. Sólo entonces me di cuenta de que este era otro plan engañoso de Satanás. Sabía que tenía una amistad profunda con mis hermanos y hermanas en la iglesia y que estaba profundamente apegada a mi familia, y por eso estaba utilizando medios despreciables, como hacer que la iglesia me expulsase y que mis hermanos y hermanas me rechazasen, para atacarme, y estaba incluso utilizando la posibilidad de que mi familia entera fuese expulsada de la iglesia para obligarme a abandonar el verdadero camino; ¡Satanás es tan malicioso y vil! Pensé en lo que el Señor Jesús dijo: “Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos(Mateo 5:10). Ahora estaba sufriendo rechazo por seguir los pasos del Señor, pero esto no era sólo un sufrimiento que tenía que padecer, sino también una bendición. Por mucho que Satanás intentase perturbarme, sabía que debía mantenerme firme en mi testimonio.

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Después, leí un pasaje de la palabra de Dios: “Hay algunos que leen la Biblia en grandes iglesias y la recitan todo el día, pero ninguno de ellos entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno de ellos es capaz de conocer a Dios y mucho menos es conforme a la voluntad de Dios. Son todos personas inútiles y viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Se oponen deliberadamente a Él mientras llevan Su estandarte. Afirman tener fe en Dios, pero aun así comen la carne y beben la sangre del hombre. Todas esas personas son diablos que devoran el alma del hombre, demonio jefes que estorban a aquellos que tratan de entrar en la senda correcta y obstáculos que amenazan a los que buscan a Dios. Pueden parecer de ‘buena constitución’, pero ¿cómo van a saber sus seguidores que no son más que anticristos que llevan a la gente a levantarse contra Dios? ¿Cómo van a saber sus seguidores que son diablos vivientes dedicados a devorar a las almas humanas?”. Las palabras de Dios me permitieron ver las verdaderas intenciones del pastor y la anciana. Aunque estaban bien versados en la Biblia, habían estudiado teología y podían hablar sobre muchas teorías espirituales, simplemente no tenían conocimiento de la voluntad del Señor y no tenían ni un rincón pequeño en sus corazones para el Señor. Cuando se trataba del asunto importante del regreso del Señor que tanta relación tenía con la habilidad de los creyentes de obtener la verdadera salvación, no tenían ninguna reverencia por el Señor en sus corazones. Aunque estaban siendo testigos del hecho de que tantos hermanos y hermanas que creían sinceramente en el Señor de todas las denominaciones habían sido conquistados por las palabras de Dios Todopoderoso, seguían aferrándose obstinadamente a sus propias ideas y no buscaban ni investigaban en absoluto. Por el contrario, emitían juicios y condenas absurdos, e incluso intentaban interrumpir y perturbar a los hermanos y hermanas para que no investigasen el camino verdadero, y no permitían que nadie más predicase el Evangelio a los hermanos y hermanas de la iglesia. Entonces, pensé en cómo los fariseos en tiempos de Jesús sabían muy bien que la obra y las palabras del Señor Jesús tenían autoridad y poder, pero aun así se negaron a buscarlas. Por el contrario, temiendo que los fieles acabasen todos siguiendo al Señor Jesús y así ellos mismos perdiesen sus posiciones y trabajos, fingiendo proteger a los fieles, evitaron que aceptasen la obra del Señor Jesús. ¿No son exactamente iguales los pastores y ancianos de la actualidad? Las palabras de Dios Todopoderoso están todas publicadas en Internet, y todos los que aman la verdad las reconocen como la voz de Dios cuando las leen, y las aceptan y obedecen. Entonces, ¿por qué no las aceptan los pastores y los ancianos? Hacen todo lo posible por evitar que los creyentes investiguen el verdadero camino, nos prohíben que proclamemos la buena noticia de la venida del Señor a los hermanos y hermanas que han anhelado tanto Su regreso, y prohíben a los creyentes que escuchen la voz de Dios. Al hacer esto, exponen por completo la esencia de su naturaleza que odia la verdad y se opone a Dios, y no son diferentes de los fariseos que se resistieron al Señor Jesús hace todos esos años. Al llegar a esta conclusión, mi fe para seguir a Dios se hizo más fuerte todavía y tomé la decisión de hacer que todos esos hermanos y hermanas que habían sido engañados por el pastor y la anciana escuchasen la voz de Dios y volviesen ante el trono de Dios.

Aunque mi servicio en mi iglesia ha sido cancelado, ¡me siento muy afortunada! Afortunada de haber escapado de las garras de los falsos pastores y de haber sido levantada ante el trono de Dios. Ahora cumplo mi deber en la Iglesia de Dios Todopoderoso lo mejor que puedo y predico el evangelio del reino de Dios. Además, también voy a menudo a reuniones con mis hermanos y hermanas y hablamos sobre nuestro conocimiento de las palabras de Dios. Ahora entiendo muchas verdades, y mi espíritu se siente más enriquecido y alegre de lo que nunca antes se ha sentido.

El fin.

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