La Biblia dice: “Estad siempre gozosos; orad sin cesar; dad gracias en todo” (1 Tesalonicenses 5:16-18). Solo sabiendo agradecer y estar callados ante Dios para buscar Su voluntad, Dios nos guiará a entender Sus buenas intenciones, para que no perdamos la confianza en Él, y que nuestro corazón esté más cerca de Él. Entonces, ¿has aprendido a agradecer a Dios en el entorno que encuentras?
Versículos bíblicos como referencia:
“Estad siempre gozosos; orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:16-18).
“ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia” (Salmos 136:1-2).*
“Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, pues cercano está tu nombre; los hombres declaran tus maravillas” (Salmos 75:1).
“Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fuí ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré” (Salmos 28:7).*
“Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová” (Salmos 116:17).*
“VENID, celebremos alegremente á Jehová: Cantemos con júbilo á la roca de nuestra salud. Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; Aclamémosle con cánticos” (Salmos 95:1-2).*
“Con cántico alabaré el nombre de Dios, y con acción de gracias le exaltaré” (Salmos 69:30).
“Mi Dios eres tú, y á ti alabaré: Dios mío, á ti ensalzaré. Alabad á Jehová porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia” (Salmos 118:28-29).*
“Sea el nombre de Jehová bendito, Desde ahora y para siempre” (Salmos 113:2).*
Las palabras relevantes de Dios:
Ha llegado alabanza a Sion, y la morada de Dios ha aparecido. El glorioso y santo nombre, alabado por todos los pueblos, se difunde. ¡Ah, Dios Todopoderoso! La Cabeza del universo, Cristo de los últimos días, Él es el Sol brillante que se ha levantado sobre el Monte Sion, que se eleva con majestad y grandeza por encima de todo el universo…
¡Dios Todopoderoso! Clamamos a Ti con júbilo; bailamos y cantamos. ¡Tú eres verdaderamente nuestro Redentor, el gran Rey del universo! Has hecho un grupo de vencedores y has cumplido el plan de gestión de Dios. Todos los pueblos correrán a este monte. ¡Todos los pueblos se arrodillarán delante del trono! Tú eres el único y solo Dios verdadero y mereces la gloria y el honor. ¡Toda la gloria, la alabanza y la autoridad sean para el trono! La fuente de vida fluye del trono, regando y alimentando a las multitudes del pueblo de Dios. La vida cambia cada día; nueva luz y revelaciones nos siguen, ofreciendo constantemente nuevos entendimientos sobre Dios. En medio de las experiencias, llegamos a la certidumbre completa acerca de Dios. Sus palabras se manifiestan constantemente, se manifiestan dentro de quienes están en lo correcto. ¡Somos, en verdad, sumamente bendecidos! Estamos cara a cara con Dios cada día, nos comunicamos con Él en todas las cosas y le damos la soberanía sobre todo. Ponderamos con cuidado la palabra de Dios, nuestro corazón descansa en Dios y, así, vamos ante Dios, donde recibimos Su luz. Todos los días, en nuestras vidas, acciones, palabras, pensamientos e ideas, vivimos dentro de la palabra de Dios, podemos ejercer el discernimiento en todo momento. La palabra de Dios guía la hebra por el ojo de la aguja; las cosas ocultas adentro de nosotros, de forma inesperada, aparecen una tras otra. La comunicación con Dios no acepta retraso; Dios pone al descubierto nuestros pensamientos e ideas. En cada momento, estamos viviendo ante el trono de Cristo, donde se nos somete a juicio. Cada lugar de nuestro cuerpo permanece ocupado por Satanás. El día de hoy, el templo de Dios debe ser purificado con el fin de recuperar Su soberanía. Para ser completamente poseídos por Dios, debemos pasar por una batalla de vida o muerte. Solo cuando nuestros antiguos yos han sido crucificados puede reinar soberana la vida resucitada de Cristo.
¡Ahora, el Espíritu Santo prepara una carga en cada uno de nuestros rincones para lanzar una batalla por la recuperación! Siempre que estemos listos para negarnos a nosotros mismos y dispuestos para cooperar con Dios, Dios nos iluminará y purificará desde adentro en todo momento y reclamará de nuevo eso que Satanás ha ocupado, para que podamos ser completados por Dios tan rápido como sea posible. No perdamos tiempo y siempre vivamos dentro de la palabra de Dios. Seamos edificados con los santos, seamos introducidos al reino y entremos a la gloria junto con Dios.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 1
Dios Todopoderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz, ¡nuestro Dios es Rey! Dios Todopoderoso pone Sus pies en el monte de los Olivos. ¡Qué hermoso es eso! ¡Escucha! Nosotros, los vigilantes, alzamos nuestras voces; con ellas cantamos juntos, porque Dios ha regresado a Sion. Con nuestros propios ojos vemos la desolación de Jerusalén. Prorrumpamos en bullicio gozoso y cantemos al unísono, porque Dios nos ha traído consuelo y ha redimido a Jerusalén. Dios ha desnudado Su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, ¡la persona real de Dios ha aparecido! Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
¡Oh, Dios Todopoderoso! Los siete Espíritus han sido enviados desde Tu trono a todas las iglesias para revelar todos Tus misterios. Sentado sobre Tu trono de gloria, has gestionado Tu reino y lo has hecho firme y estable con justicia y rectitud, y Tú has sometido a todas las naciones ante Ti. ¡Oh, Dios Todopoderoso! Tú has soltado el cinturón de los reyes, has abierto de par en par las puertas de la ciudad delante de Ti, para no cerrarlas jamás. Porque Tu luz ha venido y Tu gloria se levanta y emite su resplandor. La oscuridad cubre la tierra y las densas tinieblas están sobre las personas. ¡Oh, Dios! Sin embargo, te nos has aparecido y has brillado Tu luz sobre nosotros, y Tu gloria se verá en nosotros; todas las naciones vendrán a Tu luz y los reyes a Tu resplandor. Tú levantas los ojos y miras a Tu alrededor: Tus hijos se reúnen ante Ti, y vienen de lejos; Tus hijas son llevadas en los brazos. ¡Oh, Dios Todopoderoso! Tu gran amor nos ha alcanzado; Tú eres quien lidera nuestro avance por el camino a Tu reino, y son Tus santas palabras las que nos penetran.
¡Oh, Dios Todopoderoso! ¡Te damos gracias y te alabamos! Déjanos mirarte, ser testigos de Ti, exaltarte y cantarte con un corazón sincero, calmado y sin división. No seamos sino de un mismo sentir y edifiquémonos juntos; y conviértenos pronto en aquellos que son según Tu corazón para ser utilizados por Ti. ¡Que Tu voluntad se cumpla, sin obstáculos, sobre la tierra!
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 25
Las escrituras marcadas (*) son tomadas de REINA-VALERA ANTIGUA.