4,253,172 |20/09/2020
Li Chenxi asiste a reuniones y lee la Biblia con sus padres desde pequeña. En 1988, con solo 13 años, la detienen en una reunión y la encierran en un pequeño y oscuro cuarto durante un día y dos noches. Desde entonces, el PCCh nunca deja de perseguirla. La policía la detiene de nuevo a los 17 años por distribuir libros de la palabra de Dios a otros hermanos y hermanas de la iglesia. Con el fin de forzarla a revelar el origen de los libros, la policía golpea brutalmente a su padre delante de ella y la pasea por las calles señalada como “presa política”. En 1996, la policía detiene a Li Chenxi una vez más. No le queda más remedio que huir de su localidad natal y emprender una vida de fugitiva. El acoso y la intimidación frecuentes de la policía del PCCh convierten la vida de toda su familia en un continuo estado de terror. Incapaz de soportar el estrés y el miedo prolongados, su madre sufre una crisis nerviosa y su padre, que ya padecía problemas de salud, ve deteriorado aún más su estado a consecuencia de la brutal paliza de la policía. Una familia antaño feliz queda así destrozada. Durante su huida, Li Chenxi difunde el evangelio por todo el país junto a sus hermanos y hermanas. Reprimidos y detenidos reiteradamente, sufren bajo el imperio del terror del PCCh. A algunos hermanos y hermanas los detienen y torturan salvajemente. A otros los matan a golpes y otros más reciben condenas de cárcel de más de diez años. A finales de 2012, a Li Chenxi la vuelven a detener mientras comparte el evangelio y es sometida a cuatro largos meses de interrogatorios, intentos de extorsión para que confiese y lavado de cerebro.